El misterio de Sirene de Josephine. ®.

 

El misterio de Sirene de Josephine. ®.
Relato introducción a la novela.
EN NOMBRE DEL AZAHAR. ®.
Sevilla. Andalucía. 2015. ® Spain. Europe. 2018. ®.
Nº de expediente: SE-1112-12. Año de expediente. 2012.
Nº de registro: 201299901758269.
Autor: Jorge Ofitas. ®.

Personajes del relato:

Doctor Rodrigo Repiso.            Doctor en parapsicología.
Sirene de Josephine.                  Protagonista femenina.
Mara Serna.                               Farera de La Salitra.
Pirata Dantés.                            Protagonista masculino.
Anselmo Santamaría.                Patrón de la bella sombra.
Jerónimo Venecia.                     Ex - Esposo de Sirene de Josephine.

***

Introducción

Un excéntrico y a la vez reservado investigador paranormal llamado Rodrigo Repiso es enviado por la revista de ciencias ocultas londinense para la que trabaja a un pueblo marítimo español llamado La Salitra. Allí se supone existe un libro maldito perseguido desde los tiempos de la Inquisición española y codiciado por algunos coleccionistas multi-millonarios. Rodrigo no encuentra el libro pero se topa con un hecho tan extraño y misterioso harto inesperado que lo hace languidecer…

Relato completo

 

EN NOMBRE DEL AZAHAR.
Novela.
Drama. Historia. Aventuras. Misterio. Suspense.
Introducción a la novela:
El misterio de Sirene de Josephine.

 

Érase una vez un antiguo barco pesquero que danzaba solo en la mar. El navío bailaba derruido varado en la orilla. La nave que en otro tiempo sirvió para pesca de cota yacía abandonada y corroída por la erosión de la marítima. En la actualidad era solo un reflejo esquelético de su heroico pasado ahora casi borrado de la memoria de los ancianos y pescadores del lugar.

Decían las gentes que dentro del barco bajo sus cuadernas podridas y mal olientes se encontraba oculto un misterioso libro que fue el diario de cabecera de un brujo rutilante antiguo llamado Pirata Dantés, otras leyendas ocultas lo bautizaron con otros calificativos y se rumoreaba entre las bambalinas esotéricas y ocultas que Pirata su autor fue quemado en la hoguera por el santo oficio allá por el siglo de oro español en la plaza de San Francisco de Sevilla por prácticas brujeriles y pactos con el diablo. Nada de esto había podido ser corroborado por historiadores fidedignos de leyendas e historias ocultas. Lo cierto es que tampoco se sabía el título del libro mágico, único nombre por el que se le conocía aparte del más popular, el libro maldito. De cómo había llegado a manos de aquel marinero de La Salitra nadie lo sabía y tampoco deseaban saberlo. O al menos esto último se suponía teniendo en cuenta que ninguno de los que allí vivían había visto ese libro. Lo cierto es que todos hablaban del diario de cabecera de Pirata Dantés pero nunca nadie lo había comprobado y muchos inventaban historias para atraer la curiosidad o inflamar el enrevesado y despreciable caso de la barca embrujada de La Salitra.

Vecinos de La Salitra decían que el vademécum misterioso perteneció a un tenebroso nigromante que todos creían ser la misma persona que el capitán Anselmo Santamaría desaparecido hacia algunos años y que a su vez el libro contenía poderosos hechizos demoniacos. Un marinero retirado incluso afirmó que un día soleado se acercó para ver el libro lo tocó y de repente se levantó un espantoso temporal, también vio espíritus en la tormenta y otras cosas horribles. Así que nadie en el pueblo pesquero se atrevía a rondar cerca de aquel esqueleto metálico por miedo a los poderes del libro y a la historia del propio barco…

También hubo desapariciones de parapsicólogos que llegaron de la ciudad para resolver el misterioso asunto y de paso ganar algo de dinero. Desaparecieron algunas personas. Sin embargo, todo el pueblo callaba y nadie quería resolver y muchos menos hablar del tema. Las autoridades a petición popular blindaron la playa del norte con cercas electrificadas, tal era el miedo terrible, sobre todo cuando se acercaba los meses de noviembre, diciembre y el invierno sacaba sus garras grises y los temporales hacían casi intransitable aquella mar y sus alrededores.

Según los lugareños, tiempo atrás, la barca varada perteneció a un pescador con fama de brujo entre las gentes del muelle y algunos solían contar casi la misma historia:

Resultó que el patrón con fama de brujo cayó al mar en medio de un temporal desapareciendo entre las aguas bravas y luego de esto fue visto regresando con su barco al muelle, donde lo atracó para después desaparecer para siempre. Lo cierto es que toda la tripulación, unos quince, dijeron que aquella historia era cierta, lo misterioso radicaba en quién lo había contado, pues ninguno de ellos reveló ese detalle, solo que cuando regresaron con vida de aquella tormenta una vez fondeado el barco en el muelle nadie volvió a ver al patrón. Así que los que quedaron de aquella tripulación se echaban las culpas unos a los otros de haber contado el suceso estando hartos bebidos y que lo único misterioso de aquel asunto fue la desaparición del capitán cuando salió esa terrible noche del muelle. Uno de ellos aseguraba no recordar nada de aquella espantosa noche otros incluso creían haber sido víctimas de un hechizo misterioso y juraban haber sido poseídos por el demonio de la creencia cristiana.

Rodrigo Repiso apareció en La Salitra un atardecer de finales de noviembre. Era él un periodista que venía de la mismísima Londres, su misión, descubrir el misterio de Pirata Dantés y si era posible llevarse consigo el poderoso libro al que todos temían en el lugar. Un rico Inglés le pagaría una suma desorbitante si lo conseguía, claro que esto lo ignoraba la revista de parapsicología para la que trabajaba.

No revelaré algunos nombres de enclaves ni países por temor a represalias o daños colaterales que la lectura de este libro pueda acarrear…

- Señor. Su llave. El desayuno es de 7 a 10. 

- ¿Sabe dónde puedo encontrar al dueño del barco varado en la playa del norte?...
- Por favor, señor, no hable de ese barco en este pueblo, se lo ruego. Si lo hace no podré darle hospedaje ni comida y todos le tomaran por loco.
- Está bien, está bien, lo he entendido. No se preocupe, no hablaré a nadie de, eso…
- Gracias, señor. Es por su bien.
- ¿Hay farero, no?
- Farera. Ella bebé café cada mañana en este salón, sobre las nueve llega cada día…
- Entendido…
- ¿Qué viene buscando a este pueblo tan apartado del mundo?
- No es asunto suyo… Buenas noches…
- Se lo advierto, señor tenga mucho cuidado, si airea ese asunto habrá consecuencias…

Rodrigo Repiso llegó de la gran ciudad. Era parapsicólogo y periodista por encargo de una revista inglesa que estudiaba y publicaba cualquier tipo de fenómenos paranormales en el continente europeo. Rodrigo, tuvo que cursar sus estudios universitarios de parapsicología lejos de su país, en este no existían esas carreras debido al dogmatismo recalcitrante que durante siglos dominó los entresijos del poder. Por fortuna para él, su padre le ayudó y pudo viajar hasta el nuevo continente sin reparar en gastos, su madre, divorciada vivía con otro hombre en una bella isla paradisiaca. Por supuesto, él ignoraba a lo que se enfrentaba y además, era su primer caso. Durmió plácidamente toda la mañana hasta que alguien llamó a su puerta despertándole súbitamente…

- ¿Qué desea, señor sacerdote?
- ¿Es usted don Rodrigo Repiso?
- Sí. ¿Qué ocurre?
- La espero en la cafetería. Vístase deprisa debo ponerle en antecedentes antes que lo hagan ellos.
- De acuerdo, padre, pero el desayuno lo paga usted.
- Por supuesto, don Rodrigo.
- Tutéeme padre.
- Como guste hermano.

Que extraño, pensó Rodrigo tras cerrar la puerta con el gesto fruncido. ¿Qué hará el cura del pueblo aquí a estas horas?... Y se dio una dulce carcajada…

Después de ver al sacerdote y hablar más de una hora con él, el cura no logró convencerle de que abandonara su investigación para la revista británica que trabajaba, además, le ocultó al buen sacerdote que era ateo total, no creían en dioses ni mitos, solo en los datos que le dispensaban sus aparatos científicos.

Sonrió y arrancó su jeep a gasolina con dirección a la playa del norte donde según sus informaciones estaba ubicada la misteriosa barca. A mitad de camino un grupo de pescadores le cortaron el paso. La farera lo vio desde el faro. Rodrigo no se bajó del coche y esperó a la mujer que venía apresurada por el caminillo de arena. Los pescadores se dispersaron y desaparecieron del lugar.

- ¿En qué puedo ayudarle? Me llamo Carla Pastor y soy bióloga marina y farera.
- Encantado, Carla. Hola, me llamo Rodrigo Repiso soy periodista de Londres y vengo a sacar unas fotos a un barco que según mis informes es causa de temor en el pueblo. ¿Por qué me cortaron el paso esos hombres?
- Un placer, Rodrigo. Váyase. No podrá ir más allá. El barco está custodiado por el ejército costero nadie puede acercarse.
- En tal caso donde lo pone, no veo ningún cartel y además, tampoco veo militares.
- Hágame caso, ocúltese y vuelva al atardecer, le espero en el faro. Mi hermano trabaja en el hotel las tres luces, me ha dicho quién es usted. Él estudia las estrellas y me ha dicho que usted es de los buenos. Prométame que lo logrará señor.
- ¿Lograr el qué Carla?
- Librarnos de la maldición de la barca de la bella sombra.
- No exagere, se lo aseguro las maldiciones suelen ser leyendas mal contadas. Ya sabe que soy parapsicólogo. Aunque no puedo prometerle nada.
- Ahora salga de aquí y vuelva tras la puesta de sol, estaré allá arriba esperándole… - Concluyo la farera-

Repiso no hizo caso y busco el senderillo apropiado para acceder hasta la verja electrificada. Gracias a que la intensa niebla de la mañana se disipó pudo ver a su alrededor. Alguien le sobresaltó por detrás y olió un perfume de mujer que solía odiar… Era la apuesta y fornida farera que lo vio desde lo alto.

- ¿De verdad quiere escrutar el barco con ese artilugio, señor?
- ¡Sí! – Sonrió abiertamente –
- Pues no hay tiempo que perder… Claro qué, yo no pienso subir a esa “derrota salada”.

La vigía se llamaba Carla Pastor decidió acompañar al culto y serio parapsicólogo que encontró una ayuda inestimable en aquella desconocida. Carla lo introdujo por una abertura arenosa que sorteaba la verja electrificada y minutos después estaban en la playa brava del norte. Ella aprovechó para hacerle algunas preguntas mientras caminaban por los arenales ahora cubiertos de trozos de barcos y porquerías que el mar expulsaba a la playa, sobre todo en invierno, olía a pescado podrido por todas partes y el fuerte viento no ayudaba. Hasta que al fin lo divisó… Un majestuoso barco de pesca carcomido por los bordes pero con el casco intacto, se urdía entre las fuertes olas del temporal, estaba sujetado a la tierra por dos poderosas anclas y dos cadenas, aquel día parecía que iba a salir volando. Entonces sonrió y comenzó a grabar sus notas en el móvil.

- Ahora no podremos acercarnos, Carla.
- Salir de aquí será complicado. ¿Qué podemos hacer? ¿Vamos a morir, Rodrigo?

De un modo inexplicable en pocos minutos todo se calmó, la tarde cayó y una preciosa luna llena iluminó el anochecer, la mar parecía un espejo estático que reflejaba las estrellas; muy extraña aquella paz ambiental para la estación que corría.

- Míralo bien Rodrigo, da miedo.
- A mí no. ¿Vienes?
- No…
- Usted se lo pierde.

El doctor se quitó toda la ropa de invierno, Carla también. Se acercaron a la orilla muy lentamente y cuando a ambos le llegaba el agua hasta la rodilla Rodrigo tuvo un frenesí y beso apasionadamente a Carla que lo apartó con una sonora bofetada para después continuar junto a él hasta el barco varado a unos veinte metros de su posición. Rodrigo se excusó aduciendo algo de nerviosismo y asegurando a Carla que no ocurría nunca más. El doctor miró hacia atrás la farera había desaparecido y el viento nuevamente hizo crujir a la barca que comenzó a zarandearse violentamente. Todo el cielo se cubrió de densas nubes y Rodrigo no tuvo otro remedio que saltar dentro de la barcaza para resguardarse de las terribles inclemencias. ¿Dónde habría ido la guapa bióloga vigía?...

El viento potente lo volvió todo confuso y aerostático. La barcaza era levantada una y otra vez del agua por la fiera oscura de las olas encrespadas por Eolo. Repiso se acurrucó como pudo en el interior del casco y comenzó a tiritar de frio, aunque su palidez recobraría una nitidez especial cuando vio aquellos dos ojos brillando en la oscuridad. Pensó en gatos, tal vez, allí debía haber nidos de ratas y el barco se encontraba muy cerca de tierra, de cualquier modo una pequeña brecha le cubrió la cara de sangre y esto si la asustó, pues no sabía de donde procedía si era suya o de un animal, con las manos se tocó el rostro sanguinolento.

El joven y atractivo doctor ignoraba por completo la historia del libro y la de su creador el brujo navegante Pirata Dantés. Su estricto punto de vista científico y realista le soportaba estupendamente el miedo o el pánico que pudiesen provocar cualquier tipo de suceso paranormal, pero ignoraba la parte más importante de la historia. Lo cierto es que por temor escondido y nuevo muy disimuladamente no dejaba de mirar hacia la escalerilla que conducía a la bodega del barco; ahora visible por las roturas del suelo de cubierta. Aquellos ojos brillantes e intensos seguían allí observándole y el temporal de agua y viento se arreció por lo que perdió su aparato especial para detectar energías paranormales. No podía moverse, tiritaba, sangraba y pronto moriría, eso podía sentirlo, no debí aceptar este trabajo fue las últimas palabras que pronunció, entonces apareció Carla en misión salvamento y misteriosamente todo volvió a calmarse aunque ella no pudo verlo, cuando por suerte despertó Carla ya no estaba. Ahora la noche era calma y podía andar con cuidado y salir de allí, la luna lo teñía todo de blanco argenta y había luz suficiente. Se encontraba muy débil y en el primer paso que dio se rompió la tabla que pisaba y cayó a la bodega sombría donde apenas se podía respirar del hedor tan inmundo.

- No te acerques, no lo hagas, podrías morir…
- ¿Quién eres?
- ¿Qué quién soy? Ja, ja, ja…
- ¿De qué ríes?
- Me rio de ti brujo ignorante. ¿Llevas vino?
- No. No bebo. Y no soy brujo.
- Lo eres, lo fuiste o lo serás. Qué más da. Pues si quieres saber mi historia tendrás que traerme vino para tres días y tú beberás también… Ja, ja, ja, ja, ja…
- Antes identifíquese o traeré a la guardia.
- ¡La guardia! Je, je, je, je. Que sea vino bueno ahora lárgate, va a amanecer y se levantará mucho viento con la llegada de la marea, incluso tú puedes morir en el intento de delatarme, ja, ja, je, je…
- Necesito saber algo qué me ayude a creerte…
- ¿Quieres el libro de Pirata Dantés o no? O mejor, quieres qué te cuente mi historia.
- Nunca oí hablar de ese Pirata ni de ese libro pero si te refieres al libro maldito del que hablan las leyendas puedo pagarte muy bien.
- Tengo toneladas de dinero, ja, ja, ja… ¡Date prisa! Por favor…
- ¿Cuándo puedo regresar?
- Cuando salga la luna esta tarde todo se calmará… Vete ya doctor idiota…
- Esta bien…

La verdad es que a los vecinos de La Salitra no les faltaban motivos para estar temerosos. Rodrigo se acostó nada más llegar no sin antes de haber sido reconocido por un médico. La sangre de su rostro era debida a una pequeña brecha en la frente, por lo demás se encontraba bien de salud. ¿Pero y Carla? Debido a la tensión acumulada y el cansancio el doctor no se acordó de la farera ahora desaparecida…

Sobre el medio día despertó. Alguien dejó deslizar un sobre bajo la puerta y lo vio enseguida. ¿Qué sería? Tras hablar con la redacción de su revista concluyó que había caso para estudiar. Lo primero que haría sería comprar el vino y asegurarse de llevar todo lo necesario para grabar al presunto espectro que habitaba el barco sin nombre.

- “La bella sombra”. Así se llamaba, doctor. – Le dijo el recepcionista - ¿Hay alguien aquí en La Salitra que pueda documentarme sobre ese barco? Me refiero a informes fidedignos.
- No. Toda la documentación, fotos de otras investigaciones más el historial del caso está bajo alto secreto militar. Tendría que ir a la ciudad y conseguir un permiso especial y no le aseguro nada. El general que comanda la base situada a barlovento ni le recibirá cómo le hable del caso.
- ¿Ha venido hoy la farera?...
- ¿De qué farera me está hablando?
- ¿Cómo dice?... – En ese instante sonó el teléfono de la recepción del hotelito. –

Rodrigo quedó en suspenso mientras terminaba su té helado frente a las costas del lugar más misterioso y bello que jamás contempló en su joven existencia. Intuía poderosamente que allí ocurría algo que se perdía para sus conocimientos, “algo gordo” como diría una de “los viejos” de la revista paranormal “Sucess Mistery” para la que trabajaba. Muy pronto estaría camino de la playa del norte… Tal vez pudiese parecer un poco chalado pero se creyó la historia de aquel ser y compró el vino… Ignoraba por supuesto que secreto encerraba la bodega carcomida de “la bella sombra”… Ni el libro de las sombras de Pirata Dantés pero estaba casi seguro que había dado con el paradero de Sirene de Josephine, tal vez el único ser humano viviente en la historia de la humanidad con casi quinientos años de vida.

Cumplió lo pactado y llevó no sin esfuerzo has ta la bella sombra vino del mejor para tres días, aquella extraña sombra solo pasaba en la barca derruida las noches luego al amanecer desaparecía…

Ella o lo que quiera que fuese bebió una botella casi de un trago y sacó un libro que comenzó a leer tras haber fumado tabaco y comido algún marisco que ella encargó, su voz a veces era dulce otras de ultratumba y Rodrigo quedó allí extasiado oyendo uno de los relatos del libro de las sombras de Pirata Dantés o esto creía él. Tras una larga media hora sin parar de beber su voz se tornó dulce y armoniosa y sus ojos brillaban poderosamente en la oscuridad.

- Lo que voy a leerte no consta en ninguna parte, pero ocurrió en el siglo XVI en la rica provincia de Sevilla cuando la ciudad gozaba de fama mundial tras el descubrimiento español de las américas solía correr mucho oro por sus calles y no eran pocos los que conseguían un pasaje de marinero o grumete en alguna tripulación resabiada de esas que merodeaban cerca del río y la catedral por si algún nuevo aventurero o descubridor los reclutaba para su navío. ¿Quieres una copa Rodrigo?
- No, señora. Gracias.
- ¡Me has llamado señora! Ja, ja, ja, ja. Deberías decir momia; je, je, je, ju, ji, ji…
- Continúe por favor.
- Si no bebes conmigo me iré, esto forma parte del trato.
- Es que con este hedor no hay quién pueda…
- Para eso tengo solución….

En el breve transcurso de unos segundos la bodega carcomida de la bella sombra se inflamó de intenso aroma a azahar y Rodrigo quedó perplejo así que volcó un poco de vino reserva, dio dos tragos y después lo apuró. Hubiera dado lo que fuese por un cigarrillo aun sin fumar lo necesitaba era la primera vez que conocía el miedo, aquella voz femenina le producía terror y admiración a la vez una sensación misteriosa y magnética lo abrumaba hasta el punto casi de desfallecer.

- ¿Puede decirme su nombre?
- No. Si podría pero no es bueno para ti saber quién y qué soy.
- ¿Por qué no me deja verla?
- Periodista absurdo y además varón. ¡No puedes ni debes verme! Solo tendrás hasta el amanecer después desapareceré por siempre.
- ¡Eh! Dijo vino para tres días…

Yo había nacido veinte años antes en un puerto muy rico de la ciudad de Cádiz, mi madre me crio en un prostíbulo aunque nunca recordé nada de eso, lo supe más tarde, muchos años después…

- ¿Podría decirme qué ha sido de la bióloga farera qué me acompañó hasta aquí?
- Imbécil, alarbe. ¡Qué preguntas me haces!

Y de repente le lanzó un pequeño objeto a Rodrigo que a punto estuvo de descalabrarlo, por suerte y reflejo lo esquivó, ella se puso muy enfadada pero echó un trago y prosiguió con la leyenda…

Muy joven y bella mi madre me dejó en un convento sevillano dónde todas las hermanas fabricábamos mermelada con las naranjas agrias del patio de los naranjos, me gustaba ser monja.

Entonces, aquella figura comenzó a emitir unos lloros preciosos de angustia y pena, Rodrigo no se atrevía a decir ni hacer nada vista las anteriores reacciones

- Discúlpame. – Dijo –
- ¿Qué le ocurrió?

Me casé en Híspalis con un rico descubridor afincado en Sevilla allá por el 1520. No fue mal hasta qué le conocí. En un viaje de placer mi esposo me llevó a conocer sus tierras recién adquiridas y cruzamos por un valle de infinita hermosura que parecía bendecido por la luz de la fe, quedé tan extasiada que el carruaje tuvo que parar también todo el séquito y la caballería, pues me bajé y eché a correr entre aquellos trigos y naranjos y desaparecí para siempre de la vista de mi esposo, no lograba dar conmigo y gastó una fortuna en encontrarme. Tras de aquello hui a las montañas y presta al borde de la muerte un brujo me encontró y me llevó a su choza hasta que restablecí. Me enamoré locamente de él sin saber en absoluto de quién se trataba.

- ¿Pirata Dantés?
- Él mismo. ¡Hablas demasiado y bebes poco! Um…

Por aquellos días el santo oficio vigilaba y escudriñaba con absoluta agudeza cualquier indicio de brujería o culto a otras religiones. Yo educada en un convento vi aquellos papeles mientras él dormía una noche mágica de verano andaluz. Me gustaba tanto lo que leía que quedé allí a la luz de la vela leyendo toda la noche hasta el amanecer y cuando despertó hicimos el amor.

- ¿Pretende qué crea qué usted estaba viva hace quinientos años? Lo siento, esto ha ido demasiado lejos avisaré al hospital para que vengan a recogerla. ¡Qué iluso!...

Fue Pirata quién me enganchó al vino. No se marche doctor, espere…

- Me quedaré un poco más pero por misericordia, espero que no le entre el genio y me mate.
- No, ahora estoy entonada y lo llevo bien.
- Vieja chiflada…
- Reza lo que sepas para que no me encapriche contigo…
- ¿Por qué?
- Por qué entonces conocerías la felicidad plena, no está mal este vino… Pero morirías de amor…
- Se equivoca, no soy muy amigo del amor, solo creo en la ciencia, lo siento.
- ¿En la ciencia dices? Ja, ja, ja, je, je, ju, ja… Discúlpeme estoy siendo mal educada. Yo soy la ciencia… ja, ja, ja…
- Disculpada… ¿Qué ocurrió después de aquello?

Me volví bruja bueno sabia es más correcto. Cuando don Jerónimo Venecia, mi esposo, se enteró de que seguía viva entró en cólera y denunciándome al santo oficio por adulterio y prácticas brujeriles con el diablo Pirata Dantés. Muy pronto también lo perseguían a él para llevarnos a juicio por una decena de cargos la hoguera y los peores tormentos lo teníamos asegurados.

- ¿Cómo la descubrió don Jerónimo?

Desde que desaparecí tres años atrás llenó la comarca del azahar de espías y casa recompensas para dar con mi paradero, el sabía que yo andaba por allí lo intuía, no quise hacerle daño era un buen hombre pero yo no le amaba. Así que tuvimos que huir… ¿Quieres un cigarrillo?

- ¿Fumas? Si por favor aceptaré uno con sumo gusto.
- Estás temblando, de qué tienes miedo… Solo soy una mujer mayor que fue muy hermosa…

De repente salió de la oscuridad y se sentó junto a él…

- ¿Eres tú Carla? ¿Qué llevas tatuado en el brazo?
- “Sirena de puerta de salitre” Cómo él me llamaba y también la goleta en la que huimos de la Inquisición aquel primero de mayo cuando partimos de Cádiz rumbo a la tierra de provisión.
- ¿Puedes decirme su verdadero nombre? Has desaparecido otra vez…

Rodrigo Repiso se desmayó y despertó en la mañana debido a los abates de las olas contra el barco se encontraba en medio de un temporal y no podía llegar a la orilla le costaría la vida. La supuesta Sirene de Josephine se había ido y no tenía absolutamente nada para llevar a la revista sin embargó él quedó profundamente impactado. Toda la historia tenía muchas lagunas y entonces pensó lo inevitable lo que no podía creerse sin más pruebas y evidencias pues si era cierto todo aquello. ¿Qué hechos acontecieron para qué Sirene de Josephine y Pirata Dantés consiguieran la inmortalidad física si es que era verdad?…

La mar se calmó y Repiso logró regresar a su hotel. En la tarde iría a visitar el faro e indagaría si realmente existió una farera no estaba seguro si la mujer que vio antes de desmayarse fue un sueño y era realmente Carla Pastor antes desaparecida aunque el día anterior Carla había sido una visión cuando preguntó por ella en la recepción, algo muy extraño le estaba sucediendo con los hechos cotidianos comenzó a estar muy preocupado y su corazón latía más deprisa de lo acostumbrado. Bebió una absenta mirando por la cristalera amarilla de aquel coqueto bar del puerto de La Salitra y no lograba desenredar los hechos comenzó a creer que era preso de un embrujo poderoso… Debía encontrar a Carla Pastor… ¿La volvería a ver? Y entonces apareció una mujer con un pañuelo en la cabeza y se sentó junto a él.

- Haga cómo si me conociera y pídame un vino tinto. Deme un beso en la mejilla pero no miré a mis ojos es peligroso para ti doctor.

Rodrigo la besó en la mejilla levemente y de nuevo se le atravesó el perfume narcótico de la noche anterior en la pálida sombra…

Pirata Dantés fue abandonado en las puertas de la catedral de Sevilla y una sabia secreta lo recogió y lo crio, él no tenía apellidos ni sabía quiénes fueron sus verdaderos padres pero amaba a su madre adoptiva por encima de todas las cosas de este mundo entonces ocurrió algo espantoso. Su madre fue denunciada por personas allegadas a un clérigo de alto rango de la santa madre iglesia porque ella negó favores especiales, así que una mañana se la llevaron y Pirata fue entregado a los cartujos del monasterio de San Jerónimo el de las Cuevas donde lo ordenaron fraile. Era sobre el año 1500 cuando Pirata descubrió lo que la Inquisición hizo con su madre enfureció de dolor y rabia llegando a enloquecer. Huyó de los Cartujos e intentó incendiar el castillo de Triana donde tenía su sede el santo oficio por lo que fue alcanzado por un ballestero y herido de muerte consiguió huir por los bajos del rio Guadalquivir ocultándose en una nao que partía rumbo a las Indias. Por destino cuando lo descubrieron ocultado en las bodegas se estaba muriendo y tres días de navegación eran muchos para regresar a Sevilla por lo que le curaron y le dieron un puesto en la cocina y limpiando suelos. Cómo era el barco…

Continuará…

Prólogo al Valle del Azahar.

En otro orden de cosas la obra que me precede es el prólogo de una novela con tintes más profundos y aventureros que escribí hace años con el título originario de: “En nombre del azahar”

En algunas leyendas marinas de ultramar se leyó un nombre. Y no era otro que el de la “Sirena de puerto salitre”. Una goleta propiedad a saber de un aristocrático duque de las colonias españolas en el siglo de oro. Este barco hizo el trayecto desde Puerto Colonia presumiblemente situado en el caribe a saber según las cartas encontradas en “La Sirena” hasta un lugar desconocido en los mapas conocido entre los corsarios y aventureros del más allá como la isla de las brujas o sabias, aunque no eran magas lo que allí habitaban, pero esto será al final de la obra cuando se revele el lugar y los seres que allí moraban en una época donde la Inquisición Española podía ejecutarte por un rumor infundado de taberna o alguna calumnia que indujera a pensar al Santo Oficio que alguna persona podría estar acometiendo actos demoniacos o leyendo libros que no fuesen exclusivamente la Santa Biblia Apostólica Romana. Tonterías, pues allá en Roma durante casi 1200 años tenían a buen resguardo todos los libros mágicos de las antiguas civilizaciones humanas, los Medici y las casas reales europeas hicieron buenos usos de estos libros para perpetuar su poder esta es una historia que aún se prolonga a nuestros días. Los poseen porque les pertenece y no es lícito ni bueno que la mayoría de personas no espirituales de nuestra época tengan acceso a ciertos libros y menos leerlos. Es el libro el que te buscará cuando estés preparado. No te quepa duda…

Dejemos que la leyenda hable por sí misma de estos acontecimientos que comenzaron en la provincia de Sevilla a saber en el valle del Azahar donde una virgen pura era venerada por toda la campiña, allí había un hermoso monasterio de hermanas y hermanos que fueron testigos de unos de los milagros más asombrosos de la historia paranormal y sin embargo el Santo Oficio culpó a Josefina Verdiales de haberlo provocado con magia negra, sí, hablo de nuestra protagonista Sirene de Josephine. No ha sido posible constatar si estos hechos tuvieron lugar pero si encontramos indicios muy importantes de qué así fue si bien este escritor cambió los nombres de las personas y de algunas ubicaciones de la misma, sobre todo por seguridad. Continuamos.

Tomemos aire antes de leer lo que viene a continuación. Será para este humilde escribano desagradable relatar los hechos inquisitorios que tuvieron lugar. Es verdad que la aparición de la misteriosa y poderosa bruja rutilante en la vida del conde Orlando Ofitas fijó los marcos de esta historia, cuando menos una tragedia de la memoria…

Es inevitable este prólogo porque la obra lo necesita y también el ávido lector. Una vez tienen lugar el incidente de la aparición de la bruja en el monasterio aparece la figura del padre Pedro Luis Lorca de la Orden Inquisidora de Sevilla. Él padre Pedro fue el encargado de investigar los hechos demoniacos que se presuponían estaban ocurriendo en el rico valle del azahar en la vasta provincia de Sevilla. Él debía de informar al santo oficio de los acontecimientos acaecidos para así determinar si había traidores, brujas o brujos demoniacos u otro tipo de sospechosos de herejía o relajamiento.

Y sobre la primera parte no diré nada más, solo que hay un amor increíble dentro de esta aventura dramática enclavada en el siglo de oro de la ciudad de Sevilla y otras muchas cosas que aprenderemos con esta increíble historia.

Este breve proemio en forma de relato vendrá bien para animarnos a proseguir con la lectura de esta novela piratesca, religiosa, aventurera, histórica, paranormal y fantástica por supuesto. La conclusión del relato de inicio se ofrecerá con la obra completa.

El autor.

Autor obra literaria: Jorge Ofitas. ®.
El misterio de Sirene de Josephine. ®.
Relato introducción a la novela.
EN NOMBRE DEL AZAHAR. ®.
Sevilla. Andalucía. 2015. ® Spain. Europe. 2018. ®.
Nº de expediente: SE-1112-12. Año de expediente. 2012.
Nº de registro: 201299901758269.
Autor: Jorge Ofitas. ®.

Próximamente en librerías y redessociales. 

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