A veces escribir es así.
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Las yemas de mis dedos se impregnan de tinta. Me gusta redactar mis textos o poemas a lápiz, pluma o bolígrafo. Una vez escrito lo tecleo en el ordenador. Un sorbo de algún licor, la mirada se fija en el papel, sístole y diástole. Escribir al amor cuesta dolor. Sangrar el paisaje, la vida. Absorber la vid de los cantos ocultos y, sutiles de la música de las esferas, perderse en el cristal acuífero de una mirada bella o fijar una estrella dentro de mi corazón, para amar su ubicación de brillo. Otra vez sístole y diástole. Latido. El aroma de un buen vino, pasear un recuerdo por la orilla de la mar, y a fin de cuentas volar… Las yemas de mis dedos se colman de tinta y mi corazón se torna tricolor. Entonces, tal vez necesite un sorbo de bourbon y, un beso lento. La lluvia golpea el edificio. ¿De dónde procede tanta gloria mal pagada? Sol magnífico. - ¡Eh! ¿Qué desea escritor? – Pues un rincón y un vaso de licor, también un arrullo del murmullo tabernero. Y te quiero, te sueño y te vuelo… A veces escribir es así… Inténtalo, tú también eres gloria…
Zoraya
Hermoso, te leo y te imagino concentrado pensando, concentrado, cada palabra transmite de verdad el momento que estas narrando.
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Jorge Ofitas
Muchas gracias, Zoraya. Saludos literarios.
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